La temporada 3 de Stranger Things logró enganchar a todos sus seguidores demostrando una subida de nivel en muchísimos aspectos: desarrollo de personajes, trama, guion y muchas, muchas, muchísimas de nuestras queridas referencias ochenteras. En la siguiente serie de artículos, voy a dar un análisis muy sentimental sobre el primer punto, el crecimiento de los personajes más destacados.
Dustin
Empiezo este recorrido con el mejor personaje de la temporada: Dustin. AMO a Dustin. Es un niño que nos muestra lo bien que resulta tener una autoestima fuerte. Pero esta autoestima no estuvo siempre así. Todo lo que vivió desde la primera temporada le hizo confirmar sus convicciones y sus pasiones.
¿Cómo pasó de ser el niño inseguro con quien nadie bailó en la fiesta a estar absolutamente cómodo con ser el nerd que es? Con mucha introspección y con la ayuda de personas que sabían un poquito más.
Las dos grandes figuras que guiaron a Dustin en el proceso, sin saberlo, fueron Steve y Nancy. El primero alimentó su confianza en su apariencia externa con sus consejos de cuidado del cabello, además de ser un ejemplo de madurez y responsabilidad (al menos hasta donde podía serlo un adolescente) en su tiempo a solas. Nancy, en cambio, plantó en Dustin la semillita de la confianza en sus cualidades morales cuando bailó con él en la fiesta del colegio después de que todas las chicas lo hayan rechazado. Esa conversación se centró en la importante idea de darte tiempo para ver lo que valés, que luego lo verán los demás.
De pronto, nos encontramos con un Dustin que, de idolatrar a Steve en la temporada anterior, pasa a aconsejarle que se ubique en el presente, demostrando una sabiduría que muchos adultos ya quisiéramos tener.
Por todo esto, siempre creí en la existencia de Suzie: Dustin no necesitaba demostrarle nada a nadie. No iba a inventar una historia de una novia si era mentira. Si lo dijo, era porque era cierto; y si no le creían, no le importaba, porque estaba seguro de sí mismo. Dustin quebró los estándares de las expectativas (ser popular, tener pareja, adoptar intereses menos nerd) y se enfocó en reforzar su personalidad. Esta construcción de su personalidad, además de habernos dado la mejor escena de toda la temporada, es una lección para todo el mundo.
Steve
El personaje que encarna la deconstrucción en la temporada 3 es definitivamente Steve. Ya pasó de escribir «Nancy puta» a disculparse y ser su amigo en la temporada 1 y de prejuzgar a los niños a ayudarlos en la temporada 2. Esta vuelta siguió aprendiendo y enseñándonos.
Se puede ver a Steve como un caso de caerse y levantarse. En el colegio era popular y tenía todas las puertas abiertas. Se esperaba el éxito, pero chocó con la realidad cuando no pudo ingresar a la universidad y terminó con un trabajo en el shopping, que le costó muchísimo aceptar.
Por más que su realidad era ser empleado de Scoops Ahoy, en su cabeza él todavía era el chico popular y exitoso que ingresaría a la universidad. Todavía no dejaba ir sus expectativas, sus resultados no favorables y, por sobre todo, no dejaba ir la secundaria.
El aferrarse a su adolescencia exitosa le impidió ver los fuertes y claros mensajes de SUPERÁ YA que le estaban enviando sus nuevos amigos más cercanos: Dustin y Robin.
Solo cuando abandonó sus expectativas y aceptó su realidad, pudo ver lo bueno de su situación: por fin se rodeó de gente buena que lo quería por lo que verdaderamente era y no por lo que aparentaba. Y ahí fue que pudo ver lo que Dustin siempre le dijo: que Robin era genial.
Y este descubrimiento nos da el momento más deconstruido de toda la temporada. Steve se le declara a Robin y ella le cuenta que es lesbiana. En lugar de frustrarse o de agredir a Robin, Steve la acepta. Decide conservar la amistad y seguir fortaleciéndola.
Y así es como volvió a levantarse, más fuerte, después de haber sido un privilegiado que tuvo que afrontar el rechazo. Escogió afrontarlo sanamente y abrazar su nuevo escenario sin compararse más con nadie y sin rencores. A mí me deja muchas lecciones Steve 💖
INDIETEKA 