Guía para no ser una señorita de bien. Reseña del libro «Chonguitas: masculinidades de niñas»

INDIETEKA

Por P. Cabrera.

No sé silbar. ¿Cuántos años habré tenido? Pongámosle seis. Sí, tenés seis años y estás con los pies absolutamente sucios de arena escuchando a los pájaros sobre los árboles; intentas imitarlos y salen burdos sonidillos de aire de entre los labios, pero en la práctica está la clave ¿no? Es una lástima que tu padre saliera al patio y escuchara esos fallidos intentos comunicativos, las nenas no silban, su voz cargada de autoridad bastaba para interrumpir cualquier aspiración a una carrera como imitadora de gorriones.

No, no es una absoluta desgracia no saber silbar (hasta el momento en que estás en un bus sin timbre), pero era la primera pista que marcaba cuál debía ser mi lugar en el mundo, la primera de muchas otras amonestaciones y restricciones que iban aumentando en cuanto a intensidad y gravedad a lo largo de mi vida: las…

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